Pese a haberse beneficiado del rescate público más cuantioso de los concedidos hasta ahora (475 millones de euros), la aerolínea propiedad de Globalia atraviesa graves problemas de tesorería, una situación que parece generar ciertas dudas sobre su capacidad para devolver la ayuda y, sobre todo, para continuar como empresa en funcionamiento.

El noviembre pasado, el Gobierno daba luz verde al rescate de la compañía aérea con una dotación de 475 millones, a parte de contar con un crédito ICO de 140. La operación, a cuenta del nuevo fondo de apoyo a la solvencia, constaba de la concesión de un préstamo participativo de 240 millones de euros y otro ordinario de 235 millones, que debía devolver en un plazo máximo de 6 años.

A partir de ese momento, Air Europa es considerada empresa “estratégica” y cumple todos los requisitos para recibir la ayuda, pues la crisis había generado grandes pérdidas en la firma, viéndose dificultada su labor estratégica y la prestación correcta del servicio turístico.

Mientras que algunas compañías competidoras sobreviven a la crisis gracias a su mayor músculo financiero o su rápida capacidad de reacción, Air Europa ha gastado ya los 475 millones de euros que recibió por parte del Estado y se ve abocada a pedir a la SEPI una nueva ayuda de 150 millones de euros para sobrevivir.


Devolución de la ayuda pública

Según lo pactado, la ayuda aprobada por la SEPI debía ser devuelta en un plazo máximo de 6 años, es decir, hasta 2026.

Las cuentas se antojan complicadas. En el mejor año de la compañía, 2019, el beneficio fue de 27,7 millones de euros. En un ejercicio teórico en el que todos los años fuesen como este y se dedicase el total del beneficio al pago de la deuda, la aerolínea tardaría más de 28 años en poder devolver este dinero.

Las cifras hablan por sí solas. En 2020, la compañía facturaba un 40% de un ejercicio normal y cerró el año con unas pérdidas de 427 millones de euros. Este año, la aerolínea todavía opera menos de la mitad de los vuelos y prevé perder entre 250 y 300 millones este 2021, prácticamente el doble de lo estimado cuando solicitó el primer rescate. 

Riesgos de la aerolínea

Air Europa era hasta ahora la segunda aerolínea española con mayor número de vuelos para los destinos internacionales, a 130 aeropuertos de 60 países.  Atraviesa ahora una situación límite y es que, a parte de la deuda próxima a los 800 millones de euros, la compañía adeuda 180 millones por los alquileres de aviones.

Incluso una de las empresas de alquiler de aviones, Goshawk, ha advertido que en caso de no aportar garantías de cobro, procederá al embargo de parte de su flota.

La aerolínea podría entrar en concurso de acreedores tras varios meses en riesgo de quiebra si no se resuelve su situación financiera, entra en juego en esta cuestión los intereses de cientos de trabajadores, proveedores y de miles de billetes de pasajeros que además ostentan la posición débil de consumidores que podrían verse directamente afectados. Todo ello, hace pensar que el interés estratégico general de la compañía ante la envergadura de negocio que representa, debería ejercer de palanca necesaria para sacar adelante la ayuda estatal necesaria, siendo que el estado debe primar el interés del mantenimiento de los puestos de trabajo, el derecho de los consumidores y la cobertura en rutas estratégicas que mantiene la compañía.

Como ocurriera con la crisis financiera, en esta crisis del covid-19, el sector más afectado (turismo) debe verse apoyado más que nunca por un estado que regido por su carta magna, establece que debe proteger el interés público general y por este hecho debe medir el beneficio de apoyar a compañías estratégicas frente al riesgo que supondría el no apoyarlas.

Las mejores previsiones del sector auguran una vuelta a la normalidad a partir de 2024, para alcanzar una recuperación completa en 2026. Resulta complicado que la aerolínea pueda recuperarse para el 2027 por sí sola. Air Europa podría contar con el apoyo del grupo IAG, matriz de Iberia, si finalmente confirma su compra cerrada ahora por 500 MM de euros.

En la actualidad este gigante del aire opera con absoluta normalidad más teniendo en cuenta el desgaste global que han sufrido todas las compañías durante el peor periodo de la aviación civil que se recuerde y sumado todo ello, a la necesidad del mantenimiento de los slots que ha generado únicamente gastos con tal de no perder el derecho en su posición.

Compra por Iberia

Este escenario complica la compra de la aerolínea por parte de Iberia, pactada por 1000 millones de euros antes de la pandemia, que se ha visto obligada a renegociarla y reducir el importe a 500 millones de euros. Además, aplazó el pago hasta 2027, con el fin de dar tiempo a que la aerolínea de Globalia devolviera las ayudas públicas.

Lo cierto es que si el Estado la consideraba como una empresa “estratégica”, el rescate no debería convertirse en una oportunidad para que Iberia la compre por un precio menor de adquisición. En el caso de que Iberia saliera beneficiada, hablaríamos de una compra anticompetitiva dado que el objetivo del fondo consiste en restaurar la viabilidad y solvencia de empresas que hayan sufrido por la pandemia.